Problemas familiares
La familia, o el entorno de aprendizaje y cariño fundamental en la infancia, supone ser el elemento fundamental y crucial en la vida de las personas, ya que desde pequeños aporta cuidados, cariño, desarrollo, aprendizaje, apego… aunque, como en todas las circunstancias, pueden surgir problemas o dificultades. Aunque los conflictos son inevitables, y en algunos casos ayudan a resolver problemas y a aprender a adaptarnos, existen casos en los que no se sabe cómo resolverlo o provocan gran malestar y serias dificultades.
Entre las distintas problemáticas familiares nos podemos encontrar conflictos en la familia nuclear (padres e hijos), o con vínculos con otros miembros, como abuelos, tíos, exparejas, hijos de otras relaciones, etc.
Las consecuencias de la no resolución de estos conflictos, así como de un intento de solución inadecuado, crean en los miembros de la familia diferentes dificultades psicológicas y sociales que impiden una normoadaptación a la vida cotidiana, haciéndoles refugiarse en muchas ocasiones en las drogas, o conductas adictivas, como modo de evasión.
Así, se presentan en muchos casos elevados niveles de ansiedad o estrés, falta de concentración, mal desempeño de las actividades laborales, problemas escolares, problemas de convivencia, o incluso agresividad. A largo plazo pueden aparecer problemas psicológicos más graves como un trastorno depresivo o trastornos de ansiedad generalizada o del control de la ira.
Las consecuencias de estos trastornos incluyen problemas cardiovasculares (disminución del volumen cardiaco, arritmias), gastrointestinales (dilatación gástrica), endocrino – metabólicos (amenorrea, osteoporosis), conductuales (disminución de reflejos, debilidad muscular, calambres) y de carácter psicológico (creencias irracionales y distorsiones cognitivas relacionadas con el peso y la imagen corporal, baja autoestima, perfeccionismo…), que generan dificultades en el funcionamiento de las distintas esferas de la vida de la persona (nivel escolar/ laboral, familiar, social…).
En cuanto al tratamiento, los datos estadísticos reflejan que alrededor del 70% de las personas afectadas por un TCA lo superan. No existe un tratamiento único y estable, sino que se adapta a las características de cada persona.
En el Centro Valle del Tiétar realizamos tratamientos específicos orientados a la mejora de las relaciones familiares, mediante el uso de técnicas cognitivo – conductuales y de mediación que focalizan la atención en las habilidades de comunicación, la resolución de conflictos, y la mejora de la convivencia familiar.
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