Mindfulness
El Mindfulness aplicado al Tratamiento de Adicciones mejora la eficacia de las terapias, ya que potencia el mejor conocimiento de uno mismo y ayuda a controlar los impulsos
Las técnicas de Mindfulness son muy eficaces para conocernos mejor, potenciar nuestra fortalezas y controlar nuestras debilidades, gracias a la meditación.
Es por ello que el Mindfulness, además de ser muy eficaz en el tratamiento de adicciones, también mejora el tratamiento de trastornos psicológicos como la Depresión o la Ansiedad, porque con el Mindfulness aprendemos a enfrentarnos a los problemas con una visión más objetiva de la realidad, y nos ayuda a encontrar las herramientas necesarias para hacerles frente.
¿En qué consiste el Mindfulness?
En contra de lo que aparentemente pueda pensarse, las técnicas de Mindfulness llevan presentes en occidente desde los setenta, sobre todo enfocado hacia programas de reeducación del manejo de estrés y ansiedad. Parten de una técnica básica muy conocida como es la meditación, para generar en la persona la capacidad de lograr una atención consciente y plena.
Mediante la práctica del Mindfulness se va fortaleciendo el hábito de la meditación y con ello fomentamos una mejora en la atención y la consciencia en nuestras vidas. El objetivo que persigue el Mindfulness es liberarnos de las preocupaciones de un futuro incierto en la mayoría de los casos, o permitirnos abandonar el anclaje que en ocasiones tenemos con respecto al pasado, para crear un nuevo sentimiento de presencia en el aquí y ahora.
Muchas veces tenemos ese sentimiento de que hacemos algo y no sabemos por qué lo hicimos, o cómo podemos dejar de hacerlo, esa sensación de que somos meros espectadores de lo que sucede en nuestra vida sin que sintamos ningún control sobre ello.
Mindfulness para el Tratamiento de Adicciones
Con este tipo de técnicas de Mindfulness se pretende dotar a la persona adicta de una nueva visión sobre su propio problema, para que sea capaz de diferenciar los distintos elementos que median en su control de impulsos frente a su adicción (drogas, alcohol, juego…), en ese patrón de repetición constante del mismo error, y con ello buscar soluciones alternativas para las necesidades que hasta ahora estaba tratando de solucionar mediante un consumo descontrolado.
Pensamientos automáticos, estilos de afrontamiento, o patrones de respuesta no reflexiva basada en la emocionalidad son puntos clave en los que debemos centrarnos para desmontar la red de adicción de forma mucho más estable y duradera.
Una de las necesidades básicas del ser humano consiste en inhibir el dolor, ya sea emocional o físico, y ya provenga de algo real, o de dejar que nuestra mente vaya a recuerdos pasados o a imaginaciones futuras dolorosas. El alcohol, así como otras muchas drogas, tienen la capacidad de alterar la conciencia de forma que consiguen, sin aparentemente demasiado esfuerzo, mitigar o hacer desaparecer este dolor o malestar personal, quedándose registrado entonces en nuestra red cognitiva como una solución efectiva para inhibir el dolor.
La droga o conducta adictiva tiene como consecuencia una recompensa inmediata, ya que tiende a acudir a diversos centros cerebrales de placer, así como a modificar el foco de atención de la persona, pero dejando en un segundo plano las consecuencias de este comportamiento.
Mindfulness para la Depresión y la Ansiedad
Las técnicas encuadradas en el Mindfulness, además de ser eficaces en el tratamiento de diversos procesos adictivos (ya sean con sustancias o sin ellas), han demostrado en numerosas ocasiones, como reflejaron en su metaanálisis los investigadores de la universidad de Boston, que tienen probada efectividad también en personas que manifiestan depresión y ansiedad.
En muchas ocasiones estos sentimientos se ven engrandecidos por la sensación que tiene el paciente de no ser capaz de distinguir cuáles son los elementos que intervienen en su malestar, qué factores de protección y de riesgo median en su caso particular, y qué estrategias o herramientas le pueden servir para tener una respuesta de afrontamiento mucho más adaptativa.
Gracias al Mindfulness aprendemos a enfrentarnos a los problemas que se nos presenten con la capacidad objetiva de estar conscientemente en el momento, y ello puede marcar una diferencia tal que permita a la persona no volver a recaer, o no permitirse arrastrar por una depresión o un ataque de ansiedad. Aprender a mirar hacia dentro para poder reconocer las fortalezas que tenemos, y localizar nuestras herramientas y habilidades, supone un trabajo voluntario muy intenso de introspección, pero nos proporciona la oportunidad de ser autónomos en nuestras vidas y poder con ello controlar hacia dónde queremos dirigir nuestro futuro.
Si consideras que tienes problemas de adicción, o que tienes una depresión o sufres de exceso de ansiedad, podemos ofrecerte el tratamiento psicológico más adecuado complementado con Mindfulness, que te ayudará a conocerte mejor.