Es bien sabido por diferentes estudios que existen ciertos beneficios en el consumo moderado de vino a nivel cardiovascular, siempre y cuando se realice conjunto con una dieta saludable y ejercicio físico. Sin embargo, cuando el consumo de alcohol aumenta de manera exponencial, existen ciertos riesgos a nivel de la salud que son poco conocidos. Uno de los grandes desconocidos dentro de las consecuencias del consumo excesivo de alcohol, es el denominado síndrome de Korsakoff. El alcohol es una sustancia metabolizada por el hígado por la oxidación. La presencia de alcohol en sangre inhibe, por otro lado, el transporte y uso de tiamina (vitamina B1), imprescindible en la transmisión de los impulsos nerviosos cerebrales. Por tanto, el consumo de alcohol tiene importantes efectos en el cerebro.
Más específicamente, el síndrome de Korsakoff es una enfermedad que altera las funciones de la memoria (amnesia anterógrada o dificultad para formar nuevos recuerdos), produce síntomas como descoordinación motora (ataxia), inquietud, e incluso episodios psicóticos (alucinaciones). Igualmente, la deficiencia en esta vitamina puede generar encefalopatía en el área de Wernicke, denominándose entonces síndrome de Wernicke-Korsakoff, en el cual, además, se dan síntomas tales como la pérdida de audición, la epilepsia, hipotermia, parálisis ocular, o depresión. A nivel general, entre los síntomas más destacados del síndrome de Korsakoff encontramos:
Con esto no se quiere decir que todas las personas alcohólicas padezcan de este síndrome, ya que el alcohol no es la única causa, aunque sí la principal. Esta enfermedad también puede darse por un traumatismo, una desnutrición severa, tumores cerebrales e infecciones específicas. No obstante, al tratarse principalmente de una enfermedad generada por el consumo de alcohol y la deficiencia de vitamina B1, la posibilidad de recuperación a través de un tratamiento farmacológico y psicológico siempre está presente. No obstante, se ha de tener en cuenta que, si el síndrome está muy avanzado, o existen dificultades cognitivas severas, la recuperación total no se llegará a producir. Los tratamientos de desintoxicación del alcohol, conjunto con la medicación de estabilización vitamínica, focalizan la atención en la recuperación de los pacientes. A este respecto, es importante reseñar la relevancia de los tratamientos adictivos, principalmente los de orientación cognitivo-conductual, que focalizan la atención en la abstinencia y manejo y control cognitivo, emocional y conductual en las diferentes esferas de la vida de la persona, permitiendo de este modo la normoadaptacion. Si usted o un familiar se encuentran en esta situación y necesitan ayuda, el Centro Terapéutico Valle del Tiétar ofrece tratamiento personalizado especializado que permite a los pacientes una recuperación y mejora en la vida de la persona. Equipo CTVT
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