INTOXICACIONES POR CONSUMO DE DROGAS EN MENORES

Este pasado fin de semana se ha conocido el caso de una niña de 11 meses que ha sido trasladada a los servicios de urgencias de Madrid, desde Guadalajara, por una intoxicación grave de cannabis y cocaína. Aún se desconocen los motivos de la intoxicación, estando la investigación abierta para poder esclarecer si se trata de un consumo accidental o intencionado. Por el momento se ha decretado secreto de sumario, aunque la fiscalía ha activado el protocolo correspondiente, retirando la custodia de la menor a los padres.

Drogas al alcance de menores

Aunque nos sorprende la noticia, no se trata del único caso que se da últimamente, pues el año pasado una niña de un año tuvo que ser ingresada por intoxicación de marihuana, que habría tomado accidentalmente de los restos del porro que había fumado previamente su padre. Igualmente, en 2016 un bebé estuvo a punto de fallecer por la ingesta de estupefacientes. O el caso de dos niños de 5 y 7 años que consumen restos de cocaína de manera accidental. El consumo por parte de los progenitores o personas que están al cuidado de un menor no solo representa el riesgo para el propio consumidor, sino que, como ocurre con el tabaco, puede afectar a las personas de su alrededor, siendo los menores quienes más riesgo corren al no tener la capacidad para distinguir que es un mismo riesgo per sé. Según los datos del Observatorio Español sobre Drogas, alrededor del 23% de los menores de 1 a 5 años están expuestos de forma crónica a cocaína y otros tóxicos en su entorno habitual, mediante el humo que resulta del consumo de éstas o por la conducta mano-boca que da lugar a una ingesta de restos del tóxico (cocaína, cannabis, alcohol) en el hogar de un consumidor activo.

Daños a largo plazo

Si las drogas generan una serie de problemas biológicos y psicológicos en las propias personas en la edad adulta, como son alteraciones en el control de impulsos, la memoria o la atención, la toma de decisiones o el razonamiento, o daños a nivel orgánico, como hepatitis, cirrosis, posibles derrames cerebrales o distintos cánceres, en el caso de los menores los daños pueden tener una repercusión tanto en el momento del consumo como a largo plazo.  

Sintomas de intoxicación

De manera inmediata, a continuación indicamos los síntomas primarios que se pueden observar según el tóxico:

  La desintoxicación en estos casos requiere de la activación de un protocolo sanitario centrado en restablecer los niveles orgánicos básicos, con el fin de poder evitar daños mayores, tanto a nivel orgánico (sobre todo hepático o renal) como a nivel cognitivo. Las drogas afectan al funcionamiento cerebral de tal modo que se ven afectados diferentes procesos cognitivos esenciales en la memoria y el aprendizaje. En el caso de los menores, los daños pueden verse posteriormente reflejados en problemas neurológicos del desarrollo y del aprendizaje, además de conductas desadaptativas, como pueden ser ansiedad, menor tolerancia a las frustraciones, hiperactividad, problemas atencionales, dificultades en comprensión lectora o el desarrollo lógico-matemático, etc. Es por ello que se deben tomar mayores medidas cuando se trata de menores que requieren de atención médica. A nivel judicial, lo primero es retirar la tutela del menor a los padres o personas al cuidado, y tomar las medidas más necesarias y adecuadas al caso, siempre prevaleciendo el bienestar del menor. Si usted o un familiar se encuentran en esta situación y necesitan ayuda, el Centro Terapéutico Valle del Tiétar ofrece tratamiento personalizado especializado que permite a los pacientes una recuperación y mejora en la vida de la persona. Equipo CTVT