El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una disfunción de origen neurobiológico que produce cierto grado de inmadurez en los sistemas cerebrales que se encargan del regular el nivel atencional, de impulsividad y de movimiento de las personas. Ateniendo a los criterios diagnósticos de la APPA, el déficit de atención es un trastorno caracterizado por un patrón persistente de inatención y/ o hiperactividad-impulsividad, que interfiere con el funcionamiento o desarrollo de la persona.
Las dificultades de atención se reflejan en fallos en los detalles o pequeños errores en las tareas, dificultades atencionales en actividades recreativas, falta de escucha al hablarles directamente, no cumplimiento de las instrucciones o indicaciones pertinentes, no terminación de las actividades (cambio constante de una a otra), evasión, dificultad de organización de tareas, queja o rechazo a realizar actividades que requieren esfuerzo mental (lectura o escritura), distracción con estímulos externos (ruidos), pérdida de objetos cotidianos (material escolar, juguetes), etc.
Este trastorno cuenta también con otros síntomas propios de hiperactividad-impulsividad (movimientos de pies o manos, inquietud o dificultad para permanecer sentado, verborrea, responder antes de esperar a terminar de oír la pregunta, interrupciones, dificultad para esperar su turno, etc…), que interfieren con el funcionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad del mismo (Bierdeman et., al, 2012).
Este tipo de pacientes, debido a los síntomas que presentan, tienen problemas a la hora esperar las recompensas, tendiendo a querer las cosas de manera inmediata y sin valoración de las posibles consecuencias de las acciones que realizan. El tratamiento, al tratarse de una disfunción neurobiológica, requiere de farmacología, permitiendo de este modo corregir dicha problemática durante el tiempo que está haciendo efecto. Igualmente, se hace necesario el tratamiento psicopedagógico que trabaja con el niño el control de los impulsos, la recompensa inmediata, el manejo de la frustración, o los problemas atencionales que interfieren en las funciones ejecutivas. Se ha de tener en cuenta que estos trastornos, al tener una base neurológica, afectan a los pacientes en todas las esferas de su vida, en todo momento. Es por ello por lo que, a pesar de existir un tratamiento que reduce la sintomatología, los rasgos estarán siempre presentes. Existe evidencia científica que demuestra que el control de los impulsos puede ser causa de la comorbilidad de este trastorno con un Trastorno por Uso de Sustancias (TUS). Es decir, existe tendencia en los niños diagnosticados con TDAH al consumo de sustancias psicoactivas, bien como medio para paliar la sintomatología disfuncional, bien como parte propia de la impulsividad, al no valorar las consecuencias que esta conducta tiene, y por tanto no presentar miedo a probar sustancias tóxicas. De este modo, se estima que aproximadamente un 15% de los pacientes con TDAH presentan posteriormente un TUS, según datos de estudios poblacionales (Kessler et., al, 2006).
La conjunción de ambos trastornos dificulta el tratamiento, pues en estos casos se ha observado que suelen tener un peor pronóstico (Pérez de los Cobos et al., 2014) y un mayor número de conductas delictivas y de muerte por accidentes (Dalsgaard et al., 2015). Así, se considera necesario la realización de tratamientos específicos para este tipo de pacientes, que aborden ambas patologías, reduciendo así el riesgo de recaída en el consumo y el control de la sintomatología propia del TDAH. Se hace necesario el uso de farmacología que tenga afectación sobre el control de la impulsividad y que a la vez permita un equilibrio funcional en los pacientes, para así poder abordar la adhesión al tratamiento y, psicológicamente, tanto los rasgos del TDAH como los síntomas del TUS, y favoreciendo así la normoadaptación.
En el centro terapéutico valle del Tiétar se realizan tratamientos individualizados en los que se hacen valoraciones sobre las patologías duales, trabajando las diferentes problemáticas de los pacientes, y permitiendo de este modo recuperar un estilo de vida normalizado.
Equipo CTVT
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