En estos últimos años se está notando un aumento de la desconfianza en el sistema de salud, en los tratamientos actuales y en la medicina. Hay estudios que revelan la disminución de la confianza sobre todo y más concretamente en el ámbito de la salud mental.
En la actualidad, existen numerosas alternativas o técnicas que carecen de método científico y que están totalmente normalizadas en la sociedad. Los tratamientos empíricamente validados son tratamientos que han pasado por estudios controlados, con una cantidad de población clínicamente significativa, en la que se ha demostrado la eficacia de dicho tratamiento en la población general. Estos tratamientos y técnicas alternativas no validadas, forman parte de nuestras creencias, como pueden ser los “remedios caseros” ante enfermedades las cuales no han demostrado su eficacia, por lo que a largo plazo este tipo de alternativas o de recursos no obtienen el resultado esperado.
Nuestras creencias, la información y los componentes de la actitud, nos llevan a dar un juicio de valor sobre una situación. Las creencias vienen determinadas por los siguientes factores:
Es por todo lo expuesto anteriormente que las incongruencias en la población aumentan debido a la cantidad de información que recibimos a diario y el cerebro no lo filtra de manera adecuada, por lo que lo registra como válido. Tomamos como verdadera información que leemos o que nos dicen sin poderla contrastar con la experiencia directa y no valoramos en muchos casos la experiencia indirecta. También, nos encontramos que, a través de la experiencia indirecta, evaluamos como iguales ciertos objetos o situaciones, que en realidad no lo son, o viceversa.
Bajo esta situación, y la desconfianza generada hacia la medicina, nos encontramos con pacientes con algún tipo de adicción, predominante a sustancias, que muestran, por sus creencias, rechazo hacia medicamentos como por ejemplo ansiolíticos, a veces necesarios para controlar la ansiedad en la fase de desintoxicación, además de una marcada desconfianza o desvalorización de los tratamientos tanto psicológicos como psiquiátricos.
Si no te encuentras actualmente en un buen momento, o estás pasando por alguna dificultad y necesitas ayuda en algún ámbito de tu vida, desde el Centro Terapéutico Valle del Tiétar, ubicado en la Comunidad de Madrid, seguimos un tratamiento individualizado y personalizado para cada paciente, teniendo en cuenta las necesidades y motivaciones, así como dando especial importancia a la relación terapeuta-paciente y bajo un enfoque cognitivo-conductual, validado empíricamente